Nada de esto sería igual sin ellos

Nada de esto sería igual sin ellos

A veces parece que coser es un trabajo solitario: una mesa, una máquina, un montón de telas y yo.
Pero la verdad es que, detrás de cada bolso, cada neceser o cada idea nueva, hay mucha más gente de la que se ve.

Están mis amigas, las que aparecen por casa sin avisar y acaban con las manos llenas de hilos.
Las que me ayudan a cortar telas, a hacer fotos, a preparar los mercados o simplemente a reírme cuando algo no sale como esperaba.
Las que se emocionan conmigo por un nuevo tejido o por un pedido grande, como si fuera suyo.

Está mi familia, que es el apoyo incondicional que sostiene todo lo que hago. 
Los que me escuchan hablar de cremalleras, de envíos o de nuevas colecciones aunque no siempre entiendan del todo de que hablo. 
Los que me animan cuando estoy cansada, los que celebran conmigo cada pequeño logro, los que están ahí, siempre.

Y, por supuesto, está él.
El que me ve coser hasta tarde, el que celebra cada venta como si fuera un premio, el que carga cajas, hace de fotógrafo improvisado y me recuerda, incluso en los días más locos, lo mucho que me gusta lo que hago.

Wólof nació de un sueño, pero crece gracias a ellos.
A quienes me rodean, me empujan, me ayudan y me recuerdan, en los días más caóticos, por qué empecé.

Porque al final, detrás de cada puntada, hay un trocito de todas esas personas que hacen que este camino sea más bonito, más fácil y, sobre todo, más mío.

Nada de esto sería igual sin ellos.

Regresar al blog

2 comentarios

Es difícil no acompañarte, quererte y disfrutar con tu precioso proyecto y cada una de tus creaciones. Fan total de Wolof!

Stella

Todo corazón!! Así eres!!

Jesus Martinez Burbana

Deja un comentario