Cómo nació Wólof: de un viaje solidario a un sueño hecho a mano

Wólof no nació de la nada. Todo comenzó en un viaje solidario a Bignona, Senegal, donde implantamos una metodología educativa. Allí descubrimos la magia de las telas africanas: sus colores vibrantes, sus estampados únicos y la alegría que transmitían.

De vuelta a España, llegó el confinamiento y con él, el tiempo para aprender algo nuevo: coser. Lo que empezó como un hobby, pronto se convirtió en pasión. Con paciencia, cariño y mucha práctica, las primeras piezas vieron la luz.

Con el tiempo, lo que era un entretenimiento se transformó en un proyecto con alma: crear accesorios artesanales, útiles y con estilo, que transmiten calma y orden a quien los usa.

Hoy, cada bolso, neceser o estuche de Wólof cuenta una historia. Una historia hecha a mano, con telas que viajan desde África y se transforman en España para acompañarte en tu día a día.